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Sexo - Relatos eróticos

Teatro Interracial

(Material solo para adultos)

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Yo estudiaba teatro en una prestigiosa escuela de La Plata.

Eramos un grupo de 22 alumnos todos de mi edad. Una noche hubo una fiesta, en la cual mi compañero que era conocido como "el mulato" por su color de piel oscura, se emborrachó tanto que no me quedo mas remedio que cuidarlo.

Era el cumpleaños de uno de nuestros compañeros, uno de mis mejores amigos Pablo, quien resultaba ser muy simpático con todo el mundo.

Había invitado a todos los alumnos de nuestra clase, eso incluía a Fernando, un caribeño muy simpático y cálido con todo todos nuestros compañeros, menos conmigo.

Había dicho a las chicas del grupo que yo le miraba la entrepierna y que tenia ganas de hacerle una felación.

Cuando me enteré de esto, me puse muy nervioso, porque me imagine que el se había dado cuenta, pero supuse que iba a poder ignorarlo en la fiesta.

La noche fue avanzando, y había cada vez mas gente, eran las doce de la noche y Fernando no aparecía.

Con la ingesta de alcohol me olvide de el en poco tiempo, estaba mas preocupado en otras cosas como el alcohol y las drogas.

Cerca de las dos am, subí a la terraza donde estaban tomando, cinco compañeros que eran bastante cercanos, luego de haber potenciado mi nariz, lo vi subiendo las escaleras al tal Fernando, que a duras penas podía caminar de la borrachera que traía consigo.

Saludo a todos, me contempló, me abrazo y me pidió disculpas.
- Luego de eso se dio una dosis directamente con la jeringa en sus venas, me preguntó si me importaba acompañarlo a comprar a la esquina.

Mientras caminábamos en la oscura y fría calle, me preguntó si me gustaría ingerir algo caliente.

Cuando le pregunte que clase de bebida caliente podía ofrecerme en ese lugar y momento, llevo su mano izquierda directamente sobre sus pantalones de cuero denotando una gran erección entre sus piernas.

Caminamos un par de cuadras hasta una plaza donde la oscuridad predomina, nos sentamos en un banco y deslize mi mano derecha sobre su pierna izquierda.

Me había dado cuenta de que tal como había intuido, era muy dotado.
El me abrazo y quedamos totalmente juntos, extendí mi mano izquierda, alcanzando su verga, la cual estaba bastante flácida.

Lo masturbe con mis manos y las venas fueron haciéndose mas grandes hasta que ya estaba totalmente duro, tenia fácilmente unos veinticuatro centímetros, le sobrepasaba el ombligo.

Me sujetó del cuello y me llevo lentamente contra su cabeza, me comí su verga sin miedo ni paciencia, abrí la boca tanto como pude y no alcanzaba, era muy gorda y larga, no había ni dado tres suspiros que ya me había penetrado la campanilla y seguía de largo hasta mi garganta.

"-Hace tanto tiempo vengo esperando tenerte así, rubiecito lindo, vas a ser mi perrita esta noche voy a dejarte bien abierta."

Sus palabras me hacían querer tragarle toda la poronga negra, venosa y cabezona que tenía, era mejor de lo que había esperado, hice el esfuerzo, y sometiéndome a una gárgara, me trague toda la poronga hasta su base.

El gimió, sujeto mi cabeza y me apretó todavía mas contra la base de su inmensa poronga.

Me hizo tragarla hasta que me quede sin aire, después la saco, se paró, y me la dio de parado, era mucho mas cómodo y así si podía tragarla toda y mover mi lengua en el tronco de esa hermosura grande negra y toda llena de liquido.

De un momento a otro se abrochó los pantalones y me dijo que no podía hacer eso, se sentía culpable.

Lo invite a mi departamento a tomar un café y hablar sobre el tema.

La fiesta había terminado hace rato para nosotros dos.

En el departamento me pregunto si podría pasar la noche, porque su casa quedaba lejos y era un barrio peligroso, esa era mi fantasía numero uno.

Poder acostarme con el en mi propia cama, me parecía demasiado perfecto para ser verdad.

Le dije que solo tenia una cama para ofrecerle, que era la mía, si aceptaba a eso, se quedaba.
Y tal como lo imaginé, aceptó.

Le comunique que yo dormía prácticamente desnudo, y me dijo que no habría problema por tal asunto.

Nunca dormí desnudo solo en la cama, pero es distinto en esta ocasión.

El se acostó primero, mi cama tenia espacio bastante apretado para los dos, apague las luces, me desnude por completo, y me metí a dormir en la cama, dándole la espalda, me ayudo a taparme, y pasó su brazo derecho sobre mi torso, apoyándome con su anaconda aun dura directamente en mis pronunciadas nalgas.

Esa noche yo sabía que no iba a dormir.

Después de quince minutos, me pregunta si me había quedado dormido.

Le conteste apretando mis nalgas contra su pedazo.

Con sus dos dedos mas largos me penetro el ano.

Lo sentí colocarse encima mío, ponerme boca abajo y con sus ambas manos apretar mis nalgas, y pegarles un poco.

"-Tenes el culto mas redondo y comible y cerrado que jamas haya visto.
Creo que te voy a hacer pasar un buen rato."

Le respondí levantando las nalgas, ofreciéndome con una risa de hambre.

Se agacho y me introdujo la lengua lo mas profundo que pudo en el ano, me estaba haciendo un beso negro inolvidable y muy mojado, introdujo sus labios calientes sobre mi ano y me chupo tan bien que pensé que me venía.

Después de eso, puso su verga sobre mis nalgas, estaba caliente y muy erecto.

Cerré mis ojos y mordí la almohada, Me introdujo el dedo indice y atrás de eso vino la cabeza de la poronga.

Se sintió tan bien cuando entró, que me acabé instantáneamente, la introdujo despacio y con el dedo aun todavía en mi ano, para que entre mejor, me bombeo el culo un poco, y no podía dejar de sujetar la almohada y morderla del placer que estaba sintiendo.

"-¿Te gusta lo que te hago putita esclava de negros? Hay mucho mas por meterte."

Siguió metiéndome la verga y la sentí abrirme bastante profundo en el ano.

Con sus manos me abría las nalgas para poder penetrarme mas.

Cada tanto se llevaba los dedos a la boca y se los llenaba de saliva y me lubricaba la entrada, cada centímetro que se abría paso en mi interior, era un momento de placer inolvidable, coloco su pecho bien cerca del mio, y me monto, lo tenia bien cerca de mi oído hablándome.

"-Ahora si bebe va a entrar toda y te voy a hacer mi nena"

Saco toda la poronga de mi recto, me puso dos dedos, y volvió a meterla, pero esta vez muy rápidamente hasta la base, metiendome los 24 cm de carne todo adentro de mi recto.

"-¿Te gusta? Espera ahora nomas.".

Empezó a mover su entrepierna en círculos, masajenadome la cola con la verga con movimientos suaves y prolongados, se apoyo sobre mi espalda con su amplio pecho, y con una mano me sujeto la verga, haciéndome mover la cola como a el mas le gustaba, me penetraba y me bombeaba continuamente.

Cuando me mordía la oreja, era porque sabía que iba a sacarme la verga y a volver a ponérmela instantáneamente.

Mi recto ya estaba totalmente abierto y cada vez que el me penetraba me temblaban las piernas, y me estremecía el punto G en el recto.

Me tuvo boca abajo penetrándome por completo hasta que se le cansaron las piernas, me saco la verga después de unos diez minutos de moverme, lo acosté boca arriba.

Empecé a chupársela de vuelta, y esta vez le chupe los testículos y la cabeza únicamente, masturbandole el tronco inmenso que tenía.

"-Si estas esperando esa lechita calentita, me falta bastante para acabar"

Entonces coloqué mi ano sobre su verga, y con mi mano la guié adentro de mi nuevamente, el usaba sus dos manos para apretarme las nalgas fuertemente.
empece a bajar y a subir, esta vez la verga había entrado toda hasta el fondo sin problemas, el usaba sus dedos para agrandarme el agujero mientras yo lo cabalgaba como una puta, sentía su verga cada vez mas adentro mio, y mas calentita, cuando la sacaba y volvía a meterla me perdía en el placer, lo cabalgue como otros quince minutos, y no le deje sacarla, me sujeto las nalgas con ambas manos y me hizo seguir su ritmo.

Me metía toda la carne adentro hasta el fondo y después agregaba unos dedos, yo gemía, en un momento de debilidad, me bombeo el ano nuevamente dejándome casi sin fuerzas en las piernas, se levanto y me abrazo por la espalda todavía penetrándome, en unas vueltas, me tenía de vuelta boca abajo, nuevamente metiéndome y sacándome su espesa verga directamente de mi recto el cual ya estaba mas abierto que nunca.

Mientras estaba adentro mio, sentí el calor de su leche entrar en mi cola, me seguía cojiendo y su leche lubricaba mas mi cotila que ya estaba satisfecha de tanta manguera.

La saco, la volvio a meter hasta lo profundo, nuevamente la saco, me puso boca arriba, y me penetro por la boca, hasta lo mas profundo de mi garganta, puso sus manos sobre mi cabeza y me hizo chupársela mientras acababa, la leche salia continuamente de su verga, y no deje caer una sola gota.

Después de un rato ya había terminado de acabar, mientras me limpiaba la leche de la cara me dijo:"

-Que linda putita que resultaste ser, nunca nadie me había dejado cogerlo de esta manera.
¿Se va a repetir?"

Entonces le sonreí, y mientras me limpiaba la ultima gota de leche, lo acosté, me puse de vuelta de costado, me apoyo nuevamente, expectantes a descansar y ver lo que nos quedaba por delante en el domingo de lluvia

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