He llegado a instalar cámaras escondidas para grabar hombres orinando en la universidad. Me divierte ver que a muchos de los machos más ricos de la U, les conozco la verga :)
De todos los baños a los que regularmente entro, ya les conozco los puntos claves para observar a los hombres. Si el baño no tiene forma de ver algo, automáticamente dejo de entrar a ese sitio.
Alguna vez en uno de los baños de un centro comercial esto me pasó...
Ustedes imaginaran algo así como que yo estaba viendo y etc. etc.... pues no, no fue así. Como les contaba, entré a uno de los baños de ese centro comercial con ganas de meterme al cubículo desde donde podía ver los hombres orinando, ya que los orinales están dispuestos en hilera que justo se puede ver desde una rendija de la puerta. Estaba ocupado, así que hice tiempo simulando bañarme las manos... hice bastante tiempo y el baño seguía ocupado.
Tremendo estreñimiento debería tener el que estaba allí dentro, pensé. Luego de varios minutos nadie salía. Me asomé con cuidado y vi a alguien sentado adentro. Esperé un poco más pero nada pasaba, en eso entró alguien a orinar y vi como hubo un pequeño movimiento adentro... y entonces descubrí que otro voyerista había tomado mi lugar !!!!
No puedo explicar lo que sentía, pero era raro saber que yo era el único que sabía que allí había alguien observando a los hombres y ellos no tenían ni idea !!! tal como conmigo. La curiosidad ya me estaba matando así que procedí a orinar. Pero no a orinar de cualquier manera, despues de evacuar un poquito, empecé a sobarme morbosamente la verga, miré hacia el baño y vi algo de movimiento. Me la sobé tanto que ya estaba completamente erecta, practicamente me estaba masturbando frente a un desconocido encerrado en un baño. Me gustó.
Sin embargo y luego de andar un rato en esas, nadie se atrevía a salir del baño. Yo salí un momento para no despertar sospechas.
Volví a entrar al baño y estaba totalmente solo, no se escuchaba nada pero el cubículo seguía ocupado. Volví a los orinales y esta vez me hice en el más cercano a la puerta. Comencé a excitarme de nuevo, estaba duro y con muchas ganas. Oí entonces una ténue voz que me dijo:
- ¿Quieres que te la chupe?
- Por qué no? dale ! - le dije
La puerta se abrió y quise entrar, pero el muchacho me dijo que en ese no. Nos fuimos para otro baño del centro comercial. Como siempre uno se imagina a "un tipo descuidado y depravado" del otro lado de la puerta, pero el muchacho que salió era alguien promedio, bien vestido y de buen cuerpo.
Cuando entramos al cubículo del otro baño, él se subio al retrete y yo me puse de frente. Empezó a chupar timidamente, casi que consentía mi verga con sus labios y lengua. Chupaba suavemente el glande y de cuando en vez se tragaba todo mi falo. Mantenía bastante saliba en la boca para que mi verga se sintiera suave. Los hombres que entraban y salían del baño no alcanzaban a imaginarse la espectacular mamada que me estaban dando, estoy seguro de que si supieran muchos harían fila.
Mario (así se llamaba) empezó a chuparme las guebas. Primero una, la lamía, la saboreaba, se la metía toda a la boca, luego la otra, para luego meterse las dos y jugar con su boca y lengua. Me tocaba morderme los labios para no jadear o hacer algún ruido que expresara el gran placer que yo estaba sintiendo. Mario luego subía por el tronco de mi pene, volvía a lamer la cabeza, a apretarla y a meterse toda la verga en la boca. Era una locura. Intenté acomodarlo para clavarlo, le sobé mi verga en el culo, él se mostraba complaciente. Trepado como estaba en el baño lo intenté acomodar para chuparle el culo pero él no quiso. Me dijo que allí no. Siguió chupándome con gran intensidad. Luego nos besamos. Ahí vino lo mejor. Mario besaba muy bien, era una delicia sentir su lengua recorriendo cada rincón de mi boca. Era todo un experto. Estando en esas me dijo al oído:
- Quiero que me culees bien duro la boca.
Mario bajó a mi pene y empezó a chupar lentamente como esperando mi acción... yo lo tomé por los lados de la cabeza y emepecé ritmicamente a penetrarle la boca. En algún momento en ese baño entré en frenesí y agarré a darle verga por la boca como si en verdad me lo estuviera culiando y bien duro. Mario daba arcadas y botaba bastante saliba, pero le gustaba lo que estaba recibiendo. Hacer ruido era inevitable, menos mal ese baño escogido por Mario era casi desértico. Alcabo de un tiempo yo ya sentía mi leche subiendo, la demoré lo más que pude... la mamada de Mario lo hacía merecedor al mayor tiempo de verga posible. Me reacomodé de tal manera que le podía embestir la boca y meterle duro mi verga... y ahora si empezaba el acto final... con cada metida yo sentía que mi verga estaba rígida como un palo. Le dí por lo menos 10 munitos más... luego sentí como mi verga llenaba de leche toda su boca, él me agarró de las nalagas para que yo no pudiera escapar, Mario la quería toda... aguantó bastante, yo sentí que me derramé directamente en su garganta, fue una sensación de poder deliciosa. Mario se la tragó toda.
Yo salí primero del baño, lo esperé. Hablamos un rato y compartimos experiencias y aventuras... nunca más lo volvía a ver. Esa vez sentí desde el otro lado del voyerismo... me gustó bastante. ¿seré exhibicionista también?