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Sexo - Relatos eróticos

El hermoso culo del ascensor

(Material solo para adultos)

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Les contaré cómo de un simple cruce de miradas pasé a ser el amante casi diario de uno de los vecinos "felizmente casado".

Soy estudiante de quinto semestre de ingeniería de sistemas, vivo por chapinero en un edificio cerca la U de la Salle. Una mañana salía para la universidad y me monté
al ascensor (piso 9), poco tiempo después (piso 5) se subió un personaje que nunca había visto. Tendría unos 35 años, 1.80 más o menos, buen cuerpo, barba suave y
corta, muy pulido y atractivo con su traje de corbata.

- Buenos días (me dijo)
- Hola, buenos días, respondí

Nos despedimos en el primer piso, el vigilante también se despídió de nosotros y a él le dijo, don Mario que tenga buen día. No pasó nada mas.

A los tres días volvimos a encontrarnos en el ascensor. Un corto saludo, se bajó en su piso y yo seguí al mio. De nuevo, no pasó nada más.

Llegó el domingo y me levanté como siempre y me alisté para ir por el pan. Comprar pan era parte de la rutina que seguimos en la familia los domingos. De nuevo me
encontré a Mario, pero esta vez no estaba vestido formal, tenía un pantalón de sudadera y una camiseta. Mientras el ascensor bajaba, pude ver por el espejo como su
culo se maracaba perfectamente, era perfecto, redondito.

- ¿Vas por el pan? (preguntó)
- Si señor
- A dónde lo compras?
- En una panadería aquí cerca, es muy bueno y crocante en especial el pan francés.
- Voy contigo entonces.
- Listo

Mientras caminabamos a la panaderiá no podía evitar quedarme un poco retrasado para verle la silueta del culo dibujada en la sudadera. La verga se me estaba
engrosando. Pensé en otra cosa, me la agarré y me la reacomodé, pero la forma de moverse de Mario me ponía loco, el hombre se agachaba, se acomodaba, en fin, llegué a
pensar que lo hacía a propósito. Solo que se veía tan masculino que no se me ocurría pensar en serio al respecto.

Regresamos con el pan y aproveché para preguntarle con quién vivía.

- Con mi mujer, llevamos juntos más de 5 años desde que nos vinimos de Medellín. Y vos?
- Yo vivo con mis papás y mi hermano menor. Yo estudio.

Al llegar y entrar al ascensor, antes de bajarse me dijo:

- Nosotros vivimos en el 503, si quieres baja más tarde y nos tomamos una cerveza y vemos el partido de la champions.
- Listo!!

Aunque sabía que el plan no era sexual, me gustaba la idea de estar con ese tipo viendo futbol.

Llegó la tarde y bajé a su casa. La tele ya estaba dispuesta, buen sonido, papitas, de todito y coca-cola. Algo raro: estaba solo.

- ¿Y tu mujer?
- Los domingos ella va temprano a donde su mamá y se está con ella. No te preocupes que ella dejó todo listo. Espero no volverme un ocho.
- A que bien ! Respondí.

Se notaba que Mario acababa de bañarse y se había puesto otra sudadera, esta era de tela aún más delgada. Su culo practicamente quedaba expuesto. Las ganas de
agarrarselo me volvían loco. Mi verga se paró como una bara. Me la reacomodé.

En ese momento Mario me dijo:

- Veo que otra vez se te paró la verga !

Quedé como un loco desorientado, ¿cómo así? vió mi verga parada, pero además me dice que "otra vez" !!!! Mario siguió diciendo:

- Noté que mi culo te gusta, jajajaja, por eso te he provocado para ver qué pasa, jajajaja

Iba a explicar cualquier bobada, pero Mario se bajó el pantalón de sudadera y se dió media vuelta. Sin decir una palabra yo lo tomé por la cintura y empecé a besarle
sus enormes, duras y hermosas nalgas.

Lo acomodé en 4 sobre el sofá y empecé a darle lengua sin parar, se lo chupaba, se lo lamía, le abría las nalgas y le metía mi lengua hasta donde llegaba. En algún  momento le di una nalgada y ví como le gustó. En ese momento las nalgadas fuertes fueron permanentes.

Su culo estaba dilatado y sus nalgas rojas de tanto pegarle. Se sentó en mi cara y abrió sus nalgas, yo le pasé mi nariz, mi lengua y mi barbilla por su ano. El gemía como loco... Cuando le pasaba mi barbilla casi que se la metia por el culo.

- Parse que rico te comes mi culo... ufff pelado que lengua mas sabrosa

Yo no paraba, movía mi lengua como un experto, ya incluso le mordía bien al borde de su ano. Su hoyo palpitaba, estaba deseoso de verga, era claro que ese culo quería estar lleno de verga.

Tenía que descansar antes de seguir dándole lengua. Mario me acomodó y me senté en el sofá. Con mucha suavidad soltó mi correa y me bajó el jean. Mi verga estaba que estallaba. La sacó del calsonsillo y sin preguntar nada se la metió en la boca. Me han dicho que mi verga es rica. Mide unos 19 a 20 cms, recta, buen grosor. Mario empezó a succionarme la verga casi sin moverse. La sensación era super arrechante. Yo sentía como si mamara un ternero deseoso de llenarse de leche. El se movía poco pero muy profundo, me acariciba las bolas, no aguanté más y le dije...

- Me vengo guebón...

En lugar de quitarse, Mario se aferró más a mi pene y succionó ahora con más fuerza y rápido. Eyaculé gritando, tratando de quiarlo pero no pude, él estaba pegado como un ternero habriento. Movía sus labios y lengua muy suavemente. Cuando por fin soltó mi pene, este estaba limpio, sin una gota de leche. Se la tragó toda. Me reacomodó el pantaloncillo, él se subió el pantalón de sudadera y me dijo:

- ¿Tienes hambre? ¿quieres algo? ya regreso.
- Nada gracias, así estoy bien.

Regresó y nos sentamos a ver el partido. Yo me sentía extraño. No hablamos del tema. Como cualquier par de hombres empezamos a hablar de equipos, jugadores, disparos, futuro, james, etc. etc.

En el descanso de medio tiempo del partido me dijo:

- ¿Qué te parece si comemos algo? Yo quiero verga por ejemplo. jajajaja
- Y yo quiero culo.

Nos fuimos para su cuarto y esta vez él parecía estar a cargo. Nos desnudamos. El me puso boca arriba en su cama. Puso una música suave rica, olía delicioso... Me pidió que me quedara quieto. Empezó a chuparme los dedos del pié. Casi salto de un brinco!!! Me relajé. Sigió chupándome las bolas, el culo, las tetillas, el cuello, los hombros, las axilas. Yo estaba a millón. El no tocaba mi verga, pero ésta estaba rígida como un hierro. Yo estaba lubricando mucho. Mario bajaba de cuando en vez y con la punta de lengua limpiaba mi glande y se tragaba el fluído.

Me empezó a besar y se fue acomodando encima mio. Untó saliba en mi glande y en su culo, empezó a meterse mi verga. Yo estaba felizmente inmovilizado. Se quejaba bastante.

- Es grande y gruesa, que rica. ¿y qué tanta leche da?
- Bastante, si la sabes estimular te lleno todo ese culo hasta bien adentro
- Ah si? veamos si es verdad...

Dicho esto, Mario estaba practicamente con toda mi verga adentro. Se empezó a mover. Como cuando me la chupó, lo hacía tan intenso y rico que casi me hacía eyacular. Yo trataba de no pensar en eso por que quería durar mucho tiempo. Mario subía y bajaba hasta mis bolas, se quejaba mucho de dolor pero no paraba. Subía casi hasta sacarla toda y de un solo envión se clavaba mi verga hasta el fondo.

Comenzó a moverse más rápido e intenso y yo tuve que pararlo.

- Hey me vas a hacer venir y yo quiero disfrutar mucho más de tu culo
- Listo

Lo puse en cuatro, el sacó un espejo yo no sé de donde y lo ponía para verse clavado. Empecé a metérsela duro, ahora el se quejaba pero yo lo dominaba, lo clavaba sin contemplación, duro con fuerza. Mi cadera golpeaba sus nalgas. Sentía que lo rompía. Saqué mi verga y había un poco de sangre. Le comenté y me dijo:

- Dale así guebón que me gusta, es normal que sangre un poquito pero me gusta.

Recordé que le gustaba que lo nalguearan y empecé a darle palmadas.

- Que rico !!! Ufff este mán si sabe como es... dame !!!

Yo le daba verga pero igual nalgadas, cachetadas, le apretaba los pezones duro mientras se le metía toda. Mario parecía transformado.

- Dame, dame duro. (Repetía)

Lo puse boca arriba y le metí una almohada en la espalda, prácticamente con el culito más parado, yo me encaramé y sentí como le entraba ahora si toda mi verga. Gritaba e intentaba quitarme, pero ahora yo era quién lo dominaba. Mis guebas golpeaban su hoyo por que mi pene se le iba todo !!! Casi lloraba, pero me agarraba par a que no lo sacara.

Lo puse de pié y lo acomodé contra la pared. Primero le pegué nalgadas, luego lo agarré del pelo y lo ensarté con mi verga. Nunca había sentido esto, yo era como un animal. Le daba verga con todas mis fuerzas, lo tomé del cuello y apretaba un poco, el me pedía más.

Finalmente lo tiré con la espalda al piso contra la cama. Su culo quedó apoyado con el borde de la cama, yo de pié se la metía. Aceleré el paso y sentí que eyaculaba, la saqué y le boté a leche por todas las nalgas, el pecho y la cara... se la puse en la boca y la chupó hasta dejarla limpia.

- Quien lo iba a pensar
- ¿Qué cosa?
- Que tu fueras semejante toro
- La verdad es que nunca había tenido sexo así de intenso
- ¿Tienes novia?
- Si claro, soy bisexual. Y vos ¿qué? lo de tu mujer ¿es pura fachada?
- No mijo, yo soy bi también. Ella incluso sabe de mis vueltas, pero esta dejemosla entre nosotros para repetirlas más fácil
- De acuerdo. Secreto de 3 no es secreto jajaja

Nos duchamos. Ya el partido había terminado.

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